Blog dedicado a mostrar las carteras editadas por la Real Casa de la Moneda -FNMT- o mixtas emitidas por otros organismos oficiales o grupos empresariales nacionales o internacionales que contengan monedas de la CECA española.
Con motivo del Año Santo Jacobeo, la FNMT–RCM emite la
moneda de colección de 30 euro «Xacobeo 21·22». En esta emisión numerada,
destinada a coleccionistas, está limitada a 10.000 unidades y se presenta en un
estuche conmemorativo.
En el anverso se reproducen las efigies superpuestas de Sus
Majestades los Reyes Don Felipe VI y Doña Letizia. En la parte superior de la
moneda, en sentido circular y en mayúsculas, la leyenda FELIPE VI Y LETIZIA. En
la parte inferior de la moneda, en mayúsculas, la leyenda ESPAÑA y el año de
acuñación 2021, separados por una flor de lis. Rodea los motivos y leyendas una
gráfila de perlas. En el reverso, ocupando la parte central de la moneda, aparece
una imagen alegórica al «camino» con peregrino y la Catedral de Santiago de
Compostela. Sobre esta imagen, en sentido horizontal y en mayúsculas, el valor
de la pieza 30 EURO, y la marca de Ceca. A la izquierda, en sentido circular
ascendente, la leyenda XACOBEO 21·22, acompañada de una representación del
bastón de peregrino. Abajo a la izquierda, y dentro de un círculo, aparecen en
forma de imagen latente cuádruple una concha de vieira, 21·22, la marca de Ceca
y una flecha. Rodea los motivos y leyendas una gráfila de perlas.
Moneda de 30 euro de valor facial. Composición: Plata de 925
milésimas, siendo el resto de cobre. Tolerancia en ley: Contenido
mínimo de 925 milésimas de plata. Peso: 18 g con una tolerancia en
más o en menos de 0,18 g. Diámetro: 33 mm. Forma: Circular con canto liso.
Alfonso II
El Camino Primitivo es la primera ruta
Jacobea conocida, también conocida como ruta interior del Camino de Santiago
del Norte es el trayecto comprendido entre Oviedo (Ovetum siglo VIII) y
Santiago de Compostela (Iría Flavia siglo VIII). No es casual el hecho de que
la ruta sea conocida con el apelativo de "primitivo", pues fue
precisamente el rey Alfonso II, posiblemente el primer peregrino conocido, quien,
al conocer la noticia del hallazgo del cuerpo del Santo, tomó esta ruta hacia
Compostela para ser testigo del suceso. Mientras que la capital del Reino estuvo
en Oviedo, la ciudad asturiana fue uno de los puntos neurálgicos de las
peregrinaciones a Santiago. Una vez que ésta fue trasladada a León, la ruta de
los franceses fue adquiriendo relevancia, convirtiéndose en la principal vía de
peregrinación a la Ciudad Santa en detrimento de la anterior. De la importancia
de este Camino dan fe los numerosos hospitales que existieron durante todo su
recorrido. Realicé este Camino en 2017, en el siguiente enlace dejo un pequeño
resumen de mi experiencia en él, tras haber realizado otros, en diferentes
años, éste es, sin lugar a duda, el más genuino. https://caminovr.blogspot.com/p/prologo-oviedo-monte-naranco.html?m=1
https://www.gronze.com/
Camino de Santiago es la
denominación que tiene un conjunto de rutas de peregrinación cristiana de
origen medieval que se dirigen a la tumba de Santiago el Mayor, situada en la
catedral de Santiago de Compostela (Galicia, España). Históricamente se ha
conocido como «Camino de Santiago» (hoy denominado «Camino de Santiago
francés») al itinerario principal que, partiendo de los Pirineos occidentales,
recorre España hasta llegar a la ciudad gallega; no obstante, actualmente el
término se utiliza para referirse a todas las rutas jacobeas existentes. Se
trata de un «camino sembrado de numerosas manifestaciones de fervor, de
arrepentimiento, de hospitalidad, de arte y de cultura, que nos habla de manera
elocuente de las raíces espirituales del Viejo Continente». Santiago el Mayor
fue uno de los principales apóstoles de Jesucristo y el primero de ellos en
morir martirizado. La tradición cristiana indica que su cadáver fue trasladado
a Hispania y depositado en una tumba situada en Gallaecia. Esta fue descubierta
sobre el año 820 entre los restos de un asentamiento romano abandonado y sobre
ella se construyó un templo que fue ampliado en los siglos siguientes hasta
convertirse en la actual catedral.
Catedral de Santiago
El culto al apóstol se extendió
pronto entre los cristianos peninsulares y fue proclamado por Alfonso II como
patrón del reino de Asturias, consideración que mantuvo en las entidades
políticas que le sucedieron. Igualmente, surgió la costumbre entre sus
ejércitos de invocar su nombre antes de entrar en batalla. La jacobea fue la
última en aparecer dentro de las tres grandes peregrinaciones cristianas. Un
número creciente de personas la realizó durante la Edad Media por motivos de
fe, al considerar que los restos del apóstol tenían una capacidad de
intercesión ante Dios. Su popularidad se extendió entre los reinos europeos
occidentales y gozó del apoyo tanto de las autoridades eclesiásticas y civiles
como de personas particulares, quienes se implicaron en la creación de una
infraestructura que ofreciese a los peregrinos alojamiento y asistencia. Las
autoridades, además, dictaron normas jurídicas para protegerlos mientras hacían
su viaje. Durante su historia, ha experimentado dos grandes crisis: la primera
fue en el siglo XVI debido a la tipología de quienes recorrían las rutas
jacobeas y a la aparición de la teología protestante; la segunda la causó el
proceso de secularización europeo iniciado tras la Revolución francesa y la
pérdida de la infraestructura de alojamiento por las desamortizaciones del
siglo XIX. Esta crisis fue la más grave y llevó a su práctica desaparición en
las décadas centrales del siglo XX, aunque durante la segunda mitad de esa
centuria experimentó una notable recuperación tanto en popularidad como de
infraestructura. Fruto de ella, el número de peregrinos que llegan a Santiago
no ha parado de aumentar desde la década de 1990 y en 2019 alcanzó la cifra más
alta desde que se tienen registros: 347.578 personas.
Tumba del Santo
En esta segunda década del siglo XXI,
la peregrinación jacobea atrae a hombres y mujeres por igual. Los extranjeros
superan ligeramente a los nacionales y la mayoría emprende el viaje dentro de
España, siendo un porcentaje pequeño aquellos que comienzan su camino más allá
de los Pirineos. La motivación para el mayor número de ellos sigue siendo de
tipo espiritual, aunque es importante la cifra de los que la realizan por
motivos lúdico-deportivos. Dentro del cristianismo, es aceptada por parte de
la teología protestante que la había rechazado desde el siglo XVI y la amplia
extensión de rutas jacobeas a lo largo de Europa ha hecho aparecer un nuevo
tipo de peregrinación consistente en recorrer unos días el camino sin el
objetivo final de llegar a Compostela (algo al alcance de pocos en áreas muy
lejanas).
Sobre esta ruta principal
desembocaban otras que partían de diversas regiones dentro de la península y
que, conforme avanzaba la Reconquista, fueron las que usaron los habitantes de
los nuevos territorios bajo dominio cristiano. En la vecina Francia, por su
parte, se desarrollaron cuatro itinerarios para llegar al Camino de Santiago.
Estos partían de la capital París, de la desembocadura del Ródano, así como de
las localidades de Vézelay y Le Puy, respectivamente. Las dos primeras serían
las más utilizadas por quienes iniciaban su viaje más allá del reino francés
durante su tránsito por el mismo. En estos países alejados, los peregrinos
tomaban las principales vías comerciales que conducían a Francia porque tenían
la mejor infraestructura. Con la crisis de la peregrinación jacobea en los
siglos XIX y XX se fue olvidando el uso de las antiguas rutas como vías para
llegar a Santiago. Buena parte de ellas quedaron asfaltadas para su
utilización por los vehículos, si bien algunos tramos conservaron su estado
original al crearse otros alternativos más ventajosos. En la segunda mitad del
siglo XX se comenzó a estudiar cuál había sido el itinerario original del
camino y se determinaron las poblaciones por las que pasaba, de tal manera que
—en 1965— se pudo editar una guía para hacer el viaje en coche desde los
Pirineos hasta Compostela. Ya en los años 1980 se procuró adecuarlo para poder
ser recorrido a pie y para ello se buscaron senderos que evitasen el peligroso
uso de la carretera, labor esta realizada por voluntarios desinteresados entre
los que destacó el párroco Elías Valiña. Igualmente, se habilitó una
infraestructura de albergues para proporcionar alojamiento a los peregrinos
durante el viaje. El éxito experimentado desde los años 1990 ha llevado,
también, a que se recuperen un gran número de rutas históricas por asociaciones
de voluntarios, tanto en España como en los demás países europeos. De esta
manera, para finales de la década de 2010 una extensa red de 286 caminos se
encuentra catalogados y recorren un total de 80.000 km en 28 países.
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