jueves, 14 de julio de 2022

2022 - 2 Euro Proof - V Centenario Vuelta al Mundo

Durante los últimos 4 años la FNMT-RCM ha conmemorado el V Centenario de la Vuelta al Mundo, como uno de los mayores logros dentro de la navegación mundial, con una serie de monedas alusivas a las diversas etapas de la travesía. En 2022 se cumplen los 500 años de la llegada a España de la expedición, por lo que se acuña una moneda conmemorativa de 2 € señalando este evento, siendo el principal motivo de varias de las emisiones que la FNMT-RCM, tiene previsto acuñar en 2022.

La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre Real Casa de la Moneda conmemora el V Centenario de la llegada de la Nao Victoria a Sanlúcar de Barrameda y Sevilla en septiembre de 1522 al mando del ilustre navegante Juan Sebastián de Elcano, con tan solo 18 tripulantes, después de completar la primera vuelta al mundo. Con su llegada finalizó la expedición que, promovida por la corona castellana, partió en septiembre de 1519 en busca de las islas de la especiería en los confines de la demarcación del tratado de Tordesillas, al mando de Fernando de Magallanes, con 5 naos y unos 250 tripulantes. Gesta sin precedentes que marcó el inicio de la primera globalización y el dominio del Océano Pacífico por España durante casi tres siglos. En el anverso, en el centro de la moneda y sobre un fondo de un globo terráqueo, se reproduce la imagen de Juan Sebastián Elcano, tomada del retrato que se conserva en el Museo Naval de Madrid, sobre el cual aparecen, en su parte inferior y en mayúsculas, las leyendas 1519 1522, JUAN SEBASTIÁN ELCANO y PRIMUS CIRCUMDEDISTI ME. A su izquierda, la marca de Ceca; a su derecha, en mayúsculas, la leyenda España y el año de acuñación 2022. Rodeando todos los motivos y leyendas, en la zona circular exterior de la moneda, aparecen las doce estrellas de la Unión Europea.

La expedición de Magallanes y Elcano fue una expedición marítima del siglo XVI financiada por la Corona española y capitaneada por Fernando de Magallanes. Esta expedición, al mando de Juan Sebastián Elcano en su retorno, completó la primera circunnavegación de la Tierra en la historia. La expedición tenía el propósito de abrir una ruta comercial con "las islas de las especias" (las actuales Islas Molucas) por occidente, buscando un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico. Estaba formada por cinco naves, las cuales bajaron el Guadalquivir desde Sevilla el día 10 de agosto de 1519, tras ultimar los preparativos, las naves partieron definitivamente de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519.​ La escuadra, después de haber explorado durante meses el litoral americano al sur de Brasil, logró cruzar el estrecho de Magallanes el 28 de noviembre de 1520. En su travesía por el Pacífico llegó a las islas Filipinas, donde, el 27 de abril de 1521, muere Fernando de Magallanes en la batalla de Mactán. Los expedicionarios continuaron la navegación hasta las Molucas, objetivo de su viaje, donde eligieron a Juan Sebastián Elcano para capitanear el viaje de regreso. Navegando hacia el oeste por el océano Índico y dando la vuelta a África, el 6 de septiembre de 1522 la Victoria, única nave que quedaba en la expedición, retornó a Sanlúcar de Barrameda, ese mismo día la nave fue remolcada río arriba hasta Sevilla, debido a las malas condiciones en las que se encontraba la nave, llegando dos días después (8 de septiembre de 1522)​ con su carga de especias, convirtiéndose en la primera embarcación de la historia en dar la vuelta al mundo.

Juan Sebastián Elcano nació en una fecha desconocida, probablemente hacia 1486, en la villa de Guetaria, provincia de Guipúzcoa, territorio perteneciente a la Corona de Castilla. No hay grandes dudas sobre la localidad de nacimiento del famoso marino, ya que el propio Juan Sebastián Elcano hizo mención en su testamento a su localidad natal. La tradición local dice que nació en una casa-torre ya desaparecida que se ubicaba en un solar de la calle de San Roque del casco viejo de esta localidad. Una placa cerca del lugar conmemora este supuesto hecho. Sus padres fueron Domingo Sebastián de Elcano y Catalina del Puerto. Se cree que Juan Sebastián pertenecía a una familia de pescadores y marinos acomodados, que contaban con casa y embarcación propia con la que se dedicaban al comercio. Tuvo una primera hija en Guetaria siendo joven y una segunda en Valladolid con su esposa María de Vidaurreta, cuando fue a rendir cuentas del viaje al emperador Carlos I. Tuvo también un hijo, Domingo del Cano, con Mari Hernández de Hernialde, al que nombra heredero en su testamento. Sobre su apellido, este ha sido transcrito de diversas formas; como «Elcano», «de Elcano», «de El Cano», «del Cano» o "el Cano". La firma del marino, que se conserva en varios documentos, usa la forma «del cano», que puede ser interpretada de varias maneras. En muchos documentos antiguos se le nombró como «Juan Sebastián del Cano», lo que ha dado lugar a dudas sobre su apellido real. Sin embargo, la versión más extendida es la que debido a su lugar de nacimiento considera que si no el propio Juan Sebastián, sí al menos su familia paterna era oriunda de Elcano, un lugar cercano a Guetaria, de donde provendría el apellido. Elcano es un modesto barrio de caseríos que en la actualidad está dividido entre los municipios de Zarauz y Aya, situado en el límite de ambos junto con Guetaria, del que se encuentra a tan solo ocho kilómetros. «Del Cano» o "el Cano" sería un error de transcripción del apellido gentilicio original al añadirle la preposición «de» como era usual en aquella época y confundirlo con el mucho más habitual apellido Cano.

Desde muy joven, se enroló en barcos pesqueros y comerciales, por lo que adquirió gran experiencia marinera. Hacia 1509 contaba con una nave de doscientas toneladas con la que tomó parte en la expedición militar contra Argel, que fue dirigida por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros. Posteriormente tomó parte en otra campaña en Italia, esta vez a las órdenes del Gran Capitán. Durante esta última campaña, Elcano tuvo que hipotecar su nave a unos mercaderes saboyanos para poder pagar los sueldos que adeudaba a su tripulación, que había amenazado con amotinarse. El navegante vasco esperaba la llegada de la compensación económica que le debía la Corona por los servicios prestados en la campaña militar de Italia, pero esta no acabó de llegar, por lo que, viéndose incapaz de saldar su deuda en plazo, se vio obligado a entregar su nave a los saboyanos. Al hacer esto, Elcano incurrió en un delito, ya que una ley vigente en la época prohibía vender embarcaciones armadas a extranjeros en tiempos de guerra.

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