Un año más, y ya van dos consecutivos, la Fábrica Nacional
de Moneda y Timbre, vuelve a sorprendernos con un cambio de tendencia referente
a los diseños de estas carteras o estuches numismáticos, por segunda ocasión
realiza una presentación que hace, de algún modo, honor a lo que conmemora,
podríamos decir que ha abandonado
definitivamente esos esbozos en formato blíster industrializado e
impersonal y vuelve a una presentación digna de ser coleccionada y guardada con
delicadeza por los aficionados a la numismática, es un valor añadido a este tipo de colección, mi enhorabuena a todos
aquellos que hayan participado en el diseño y cambio de tendencia. En esta ocasión la cartera viene a conmemorar el IV
Centenario de la muerte de Cervantes, el más célebre escritor en lengua
española de todos los tiempos, ya en el momento de seleccionar los diseños de
las monedas de euro, se tuvo en cuenta la importancia de la figura de Cervantes
al incluirlo en la cara nacional de las monedas española de 10, 20 y 50
céntimos. El set contiene 9 monedas, las 8 convencionales de valores desde 2
euros hasta 1 céntimo y la moneda conmemorativa de 2 euros, que este año corresponde
a el Acueducto de Segovia, uno de los
bienes y lugares incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En 2016 se
cumplen 400 años de la muerte del célebre Miguel de Cervantes, mundialmente
conocido por haber escrito 'Don Quijote de la Mancha'. Este novelista y
dramaturgo, apodado 'Príncipe de los Ingenios' nos ha dejado un impresionante
legado que, a lo largo del año, podremos descubrir en diferentes actividades
dentro del programa de conmemoración de esta efeméride. El 22 de abril de 2016
se cumplirán 400 años del fallecimiento de Miguel de Cervantes Saavedra. Por
este motivo, a lo largo de 2016 tendremos la posibilidad de asistir a
exposiciones, diversas actividades que nos acercarán más a la personalidad de
este soldado, poeta, novelista y dramaturgo español conocido también como el
'Manco de Lepanto'. Son varias las instituciones participantes en esta
celebración, algunas de ellas son la Biblioteca Nacional de España, Acción
Cultural Española, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Alcalá de
Henares, o el Instituto Cervantes, entre otros.
Miguel de
Cervantes fue bautizado el 9 de octubre de 1547, en la iglesia parroquial de
Santa María la Mayor, de Alcalá de Henares, donde nació posiblemente el día 29
de septiembre, día de San Miguel. Era el cuarto hijo de los seis que tuvo el
matrimonio Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas. El padre era cirujano-barbero,
profesión de escasos ingresos y baja consideración social. Las estrecheces
económicas, en las que sin duda se crió nuestro autor, forzaron a su padre a
emprender un vagabundeo por Valladolid, Córdoba y Sevilla en busca de mejor
suerte.
Cervantes podría haber aprendido sus
primeras letras en un colegio de la Compañía de Jesús de esas localidades, e
incluso haberse aficionado al teatro bajo la tutela del padre Acevedo. Desde 1566 el cirujano-barbero se estableció
definitivamente con su familia en Madrid, iniciando por esos años el joven
autor su carrera literaria: primero, en 1567, con un soneto dedicado a la reina "Serenísima reina, en quien se halla", con motivo del nacimiento de
la infanta Catalina, la segunda hija de Felipe II. Después, en 1569, con cuatro
poemas de corte garcilacista dedicados a la muerte de Isabel de Valois, tercera
esposa de Felipe II, que le pidió Juan López de Hoyos, rector del Estudio de la
Villa -tratándolo de "caro y amado discípulo"-, para incluirlos en la
Historia y relación de las exequias reales. Es posible que Cervantes se
iniciara en la literatura bajo la supervisión y en la amistad del humanista y
gramático López de Hoyos. Lo que sí es seguro es que Cervantes entró al mundo
literario de la mano de la poesía.
En 1605, a
principios de año, apareció en Madrid "El ingenioso hidalgo don Quijote de La
Mancha". Su autor era por entonces un hombre enjuto, delgado, de cincuenta y
ocho años, tolerante con su turbulenta familia, poco hábil para ganar dinero,
pusilánime en tiempos de paz y decidido en los de guerra. La fama fue
inmediata, pero los efectos económicos apenas se hicieron notar. Cuando en
junio de 1605 toda la familia Cervantes, con el escritor a la cabeza, fue a la
cárcel por unas horas a causa de un turbio asunto que sólo tangencialmente les
tocaba (la muerte de un caballero asistido por las mujeres de la familia,
ocurrida tras ser herido aquél a las puertas de la casa), don Quijote y Sancho
ya pertenecían al acervo popular. Su autor, mientras tanto, seguía pasando
estrecheces. No le ofreció respiro ni siquiera la vida literaria: animado por
el éxito del Quijote, ingresó en 1609 en la Cofradía de Esclavos del Santísimo
Sacramento, a la que también pertenecían Lope de Vega y Francisco de Quevedo.
Era ésta costumbre de la época, que ofrecía a Cervantes la oportunidad de
obtener algún protectorado.
A principios
de 1616 estaba terminando una novela de aventuras en estilo bizantino: "Los
trabajos de Persiles y Sigismunda". El 19 de abril recibió la extremaunción y al
día siguiente redactó la dedicatoria al conde de Lemos, ofrenda que ha sido
considerada como exquisita muestra de su genio y conmovedora expresión
autobiográfica: «Ayer me dieron la extremaunción y hoy escribo ésta; el tiempo es breve,
las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre
el deseo que tengo de vivir...». Las fuentes
del arte de Cervantes como novelista son complejas: por un lado, don Quijote y
Sancho son parodia de los caballeros andantes y sus escuderos; por otro, en
ellos mismos se exalta la fidelidad al honor y a la lucha por los débiles. En
el Quijote confluyen, pues, realismo y fantasía, meditación y reflexión sobre
la literatura.