Estado Español 1972 - 1975
Cuando uno navega por Internet
puede encontrarse con objetos raros y un tanto curiosos, no me refiero a estos
que se esconden en páginas web inauditas ni a esas otras ventas de todo tipo de
cacharros extraños e inútiles, referirme a estos objetos saldría fuera del
contexto y del contenido de este blog, por lo que voy a centrarme
exclusivamente a comentar todo aquello que sí es vinculante con el hilo de esta
publicación. Es muy común encontrarnos en la red con innumerables piezas numismáticas
de origen desconocido que pretenden simular cierta autentificación e incluso pretenden
convencernos de que son auténticas, es habitual toparse en ocasiones con
monedas un tanto peculiares que despiertan la curiosidad de los más noveles y
la irritación de los más expertos, piezas presumiblemente troqueladas, falsificadas
e incluso manipuladas con la única pretensión de parecer lo que no son, el
objetivo, es evidente, engañar al incauto de turno.
El terreno que nos ocupa, carteras numismáticas, no es muy
diferente a la numismática general y aunque los contenidos son legales, por
norma general, dado que incluyen monedas oficiales circulantes correspondientes
a un año en concreto, se intenta dar oficialidad a los envasados de una forma
un tanto fraudulenta, debido a que en ocasiones se anuncian como tales o
utilizan la oficialidad del contenido para darle un carácter legal y legítimo al
envasado, este tipo de fraude afortunadamente no ha sido muy habitual en la
época del Estado Español con las carteras de 1972 a 1975, pues las piezas de
esas colecciones de pruebas numismáticas fueron acuñadas en cospeles
seleccionados y sufrieron un proceso de limpieza y abrillantado especial, se
prepararon específicamente con un pulido de brillo de espejo de los planos y se
matearon los relieves, lo que se denomina Acuñación en Relieve Mateado, (ARM),
gracias a este proceso se imposibilito la falsificación de estos estuches pero
se ha de tener sumo cuidado porque a día de hoy, podemos encontrarnos en el
mercado carteras cuyo contenido no corresponde a las monedas que sufrieron este
tratamiento especial y en su lugar se han introducido monedas convencionales,
lo que no deja de ser fraudulento, específicamente se pueden encontrar carteras
de la época mencionada a precio reducido e incluso al mismo precio real de mercado, pero ¡cuidado!,
su interior pudiera haber sido manipulado
y sustituido algunas de las piezas por otras comunes e incluso por otras de
diferentes años o por piezas troqueladas, ¿de qué piezas estamos hablando?,
principalmente de aquellas cuya tirada fue muy reducida, en la ficha de mi blog correspondiente a “Hojas coleccionista”, se encuentran las tablas con las especificaciones
y tirada de cada una de las monedas, destaco en color rojo aquellas de menor
tirada y mayor precio.
Juan Carlos I 1976 - 1980
Es a partir de 1976 y hasta 1980,
y gracias a que regularmente estas carteras oficiales no contenían monedas con
tratamiento especial, es cuando empresas y particulares se lanzan a envasar piezas
en diferentes carteras muchas de ellas con formatos vulgares y contenido y disposición muy
similar al oficial, la calidad del sistema monetario circulante que es usado por la FNMT les posibilita
esta acción, debido a que utilizan los mismos contenidos, siendo aprovechado por los envasadores particulares creando indecisión entre los coleccionistas y aficionados, si bien, éstos evitan de forma inteligente reproducir los textos contenidos en las contraportadas
de las oficiales, se limitan a introducir una tabla con las especificaciones de
las monedas, que no es ilegal, y serigrafiar una estrella con el año de acuñación,
que tampoco es ilegal. La leyenda incluída en la cartera de 1976 es la mismas
que las del Estado Español, respecto a las características son exactamente
iguales a las anteriores, con el añadido de la moneda de 100 pesetas que tiene
un diámetro de 34 mm., y un peso de 17 gr.,
la tirada de esta cartera fue de 400.000 unidades. En el año 1977 se edita la
cartera con un reducido contenido ya que sólo se acuñaron las monedas de 25
pesetas, 5 pesetas y 1 peseta, su tirada fue de 1.000.000 de unidades,
curiosamente se modifica la leyenda y se introduce el siguiente texto: “Las monedas incluidas en esta colección son
las que corresponden a la acuñación dispuesta para 1977, según Real Decreto
30.221/1976. de 12 de noviembre (BOE. de 8 de enero de 1977)”. En 1979 se
vuelve a la leyenda de 1976 y las acuñaciones autorizadas para ese año se amplía
a la moneda de 50 pesetas, la tirada para esta cartera de pruebas numismáticas
fue de 300.000 unidades.
En 1980 vuelven a editar una cartera
de 6 valores pero ésta ya no la denominan en la leyenda prueba numismática sino "Serie de monedas (1ª) de curso legal, no
circuladas acuñadas en ocasión del inicio de la presentación del campeonato de
la Copa Mundial de Fútbol ESPAÑA'82”. La presente serie se acuñará durante el
año 1980 y está integrada por los valores: 50 céntimos, 1, 5, 25,50, 100
pesetas. Sus características físicas son idénticas a la de los valores
correspondientes actualmente en circulación, pero los motivos de los grabados
de sus reversos son representaciones referidas al evento deportivo con el que
se relacionan. La calidad de su acuñación corresponde a la normal, si bien
especialmente cuidada para el coleccionismo
numismático, su empaquetado especial en fábrica garantiza que son monedas no
circuladas". Con esta cartera se produce un bum de portamonedas suvenir
saliendo al mercado decenas de estuches con diferentes envasados realizados por
empresas privadas, organizaciones civiles y vendedores particulares, es un buen
negocio pues cientos o miles de turistas y aficionados al fútbol que visiten
nuestro país querrán llevarse a sus casas un recuerdo del Mundial’82 de España,
pero la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), en esta ocasión, fue astuta
e introdujo las monedas de estas carteras en un blíster envasado al vacío de
color amarillo que las diferencia de todas aquellas no oficiales. Estas son las
últimas monedas en las que aparece la
estrella identificando el año de acuñación, a partir de ahora los futuros
modelos de monedas presentarán el año de cuño en el anverso en formato de
cuatro dígitos.