El Principado
de Asturias (en asturiano, Principáu d'Asturies; en eonaviego, Principao
d'Asturias) es una comunidad autónoma uniprovincial de España. Situada en el
norte de España ocupa un área total de 10.603,57 km², en el que habitan
1.044.481 personas (INE, 2015). Fronteriza al oeste con la provincia de Lugo
(Galicia), al norte con el mar Cantábrico, al este con Cantabria y al sur con
la provincia de León (Castilla y León). Recibe el nombre de Principado por
razones históricas, al ostentar el heredero de la Corona de España el título
nobiliario de «príncipe de Asturias», establecido por Juan I de Castilla en el
año 1388. Su capital es la ciudad de Oviedo, mientras que Gijón es su ciudad
más poblada. El actual espacio territorial asturiano coincide básicamente con
el antiguo territorio de las Asturias de Oviedo, contiguas a las Asturias de
Santillana. Con la división territorial de Javier de Burgos en 1833, la región
de las Asturias de Oviedo se convirtió en la provincia de Oviedo, recibiendo
una porción del territorio de las Asturias de Santillana —los concejos de
Peñamellera Alta, Peñamellera Baja y Ribadedeva—, mientras el resto de las mismas
se integró en la provincia de Santander, posterior comunidad autónoma de
Cantabria.
El territorio
que ocupa la comunidad autónoma del Principado de Asturias coincide en buena
parte con el otorgado a los astures, en la división administrativa efectuada
por Vespasiano en el año 69, una vez estabilizada la situación que siguió a la
conquista romana. Esta división administrativa situaba la frontera de los
astures trasmontanos entre los ríos Sella y Navia, en lo que pasaba a
denominarse Conventus Asturum, y al mismo tiempo reconocía una especificad
cultural. Es la comunidad autónoma más montañosa de España, y una de las regiones
más montañosas de Europa con el 35% del terreno con desniveles superiores al
50% y el 65% con desniveles mayores del 30% Se encuentra en la denominada
España Verde. En el mapa cartográfico editado en 1700 por Charles Hubert
(primer geógrafo del rey de España) empieza a nombrarse como Principado de
Asturias, estando dividido aún en la de Oviedo y la de Santillana. En el año
1778 las Asturias de Santillana se integran definitivamente en la Provincia de
los Nueve Valles de Cantabria. El contorno actual se establece en la división
territorial de 1833, que divide España en provincias a imitación de la
francesa. Comprende los territorios de la comarca histórica de las Asturias de
Oviedo, añadiendo los concejos de Ribadedeva, Peñamellera Alta y Peñamellera
Baja que pertenecían a las Asturias de Santillana, ahora en la Provincia de
Cantabria.
Tras varios
siglos sin presencia extranjera, tras una pobre romanización, los visigodos
intentaron ejercer control sobre el territorio durante el siglo VI sin
resultado, que terminó a principios del siglo VIII con la invasión musulmana.
El territorio, como había sucedido con Roma y Toledo, no fue fácil de someter,
estableciéndose en 722 una independencia de facto como Reino de Asturias tras
la victoria de Pelayo en la batalla de Covadonga. A partir de entonces el
pequeño reducto de nobles godos y astures comenzó a recuperar el territorio
perdido ante la invasión musulmana del año 711, incorporó bajo su órbita el
territorio que había pasado a ser tierra de nadie desde el río Eo hasta el
Duero y creó durante este período un arte propio, el arte prerrománico
asturiano que se extendió por sus dominios, hasta el sur de la actual Galicia.
En el siglo X el centro de poder se trasladó desde Oviedo a León dando lugar al
Reino de León. A partir de entonces el aislamiento propiciado por la Cordillera
Cantábrica, el traslado de los centros de decisión del Reino y el movimiento de
la frontera con los reinos de taifas de al-Ándalus hace que las referencias
históricas sean escasas. Tras la rebelión del hijo de Enrique II de Trastámara,
se establece el Principado de Asturias. Si hubo varios intentos de
independencia, los más conocidos fueron el conde Gonzalo Peláez o la reina
Urraca que aun consiguiendo importantes victorias al final fueron derrotados
por las tropas de Castilla. El 25 de agosto de 1937 se proclamó en Gijón el
Consejo Soberano de Asturias y León presidido por el dirigente sindical y
socialista Belarmino Tomás, terminando el conflicto el 20 de octubre de 1937
con la victoria de las tropas nacionales en el frente norte. Tras veinte años
de estancamiento económico, se produjo la definitiva industrialización de
Asturias en las décadas de los años 60 y 70. Fuertemente afectado por la
reconversión industrial de la década de 1990, el Principado intentó potenciar
sus abundantes recursos paisajísticos y naturales con vistas al sector
turístico, política que continúa hasta el día de hoy.
El escudo del
Principado de Asturias es rectangular, cuadrilongo y con los extremos del lado
inferior redondeados y una punta o ángulo saliente en el centro de dicho lado,
con la proporción de seis de alto por cinco de ancho y trae sobre campo de azur
o azul la Cruz de la Victoria, de oro, guarnecida de piedras preciosas de su
natural color, y las letras alpha mayúscula y omega minúscula, también de oro,
pendientes de sus brazos diestro y siniestro, respectivamente; y en sendas
líneas, con letras de oro, la leyenda «HOC SIGNO TVETVR PIVS - HOC SIGNO
VINCITVR INIMICVS» (Con este emblema se defiende al piadoso - Con este emblema
se vence al enemigo) la primera al flanco diestro y la segunda al flanco
siniestro. Al timbre, corona real, cerrada, que es un círculo de oro, engastado
de piedras preciosas compuesto de ocho florones de hojas de acanto, visibles
cinco, interpoladas de perlas, y de cuyas hojas salen sendas diademas sumadas
de perlas que convergen en un mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador
de oro, sumado de cruz de oro. La corona forrada, de gules o rojo. El escudo
del Principado de Asturias fue adoptado el 27 de abril de 1984, basado en el
que la Diputación Provincial de Oviedo adoptó en el año 1857. En 1985 se creó
una versión simplificada del escudo, acorde con el estilo gráfico de los
logotipos corporativos, para uso exclusivo de la Administración del Principado.
Si hay una
combinación perfecta de cultura, naturaleza y gastronomía esa es Asturias. Lo
primero que te llamará la atención cuando viajes a esta región de la España
Verde son sus paisajes, algunos tan espectaculares como los del Parque Nacional
de los Picos de Europa y uno de sus lugares más míticos: los Lagos de
Covadonga. Además de la montaña, sus hermosas playas en
localidades turísticas como Llanes, Ribadesella, Gijón o Cudillero. Entornos
ideales para asomarse a los múltiples miradores o practicar deportes como el
surf. Hablar de gastronomía en Asturias es hablar del culto a la buena comida.
El queso de Cabrales, la fabada asturiana, la bebida llamada sidra (elaborada
con manzana)… En el aspecto cultural, se ha de destacar los
Monumentos de Oviedo y el Reino de Asturias, la
Iglesia de Santa María del Naranco, la de San Miguel de Lillo o la Iglesia de
San Juan de Padros declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y los
yacimientos, cuevas y museos de arte rupestre de la zona, con pinturas y
grabados espectaculares y algunos con origen en el 25.000 a.C.
La
gastronomía de Asturias es el conjunto de tradiciones culinarias, ingredientes
y recetas propio del Principado de Asturias. Si bien es cierto que la cocina
asturiana ha sabido transmitirse generación tras generación, también lo es que
carece de tradición escrita hasta época muy reciente, ya que no existen apenas
escritos que muestren qué comían los asturianos, y los pocos relatos que se
conservan se encuentran en textos de naturaleza muy distinta a la gastronómica.
Hay que tener presente que Asturias tiene dos características que quedan
reflejadas en sus costumbres culinarias: por un lado posee costas en el mar
Cantábrico, lo que le proporciona abundantes elementos marinos (pescados y
mariscos), y por otro cuenta con la cordillera Cantábrica, con profundos valles
en los que cría el ganado en semi-libertad, dando lugar a carne y leche de
características autóctonas, como la vaca casina. Entre las especialidades
relacionadas con la harina de maíz encontramos la borona (boroña, hogaza
redonda de pan duro hecho a base de harina de maíz), las fariñes, farrapes o
papas (gachas), la rapa (especie de borona en cuya masa se meten trozos de
tocino), el neno, la pegarata (especie de empanada rellena de chorizo, jamón y
huevo cocido), los tortos (pequeñas tortas de maíz doradas en sartén), los
formigos, el muy tradicional pan de escanda (cereal endémico de Asturias, de
grano duro y prieto), los famosos bollos preñaos (bollos con un chorizo en su
interior) y otros muchos. El queso es uno de los ingredientes más tradicionales
de cocina asturiana. Se pueden encontrar de leche de vaca, de oveja, de cabra o
incluso mezclas en diferentes proporciones de quesos de dos variedades de
leches y de tres. Existen denominaciones de quesos artesanos en Asturias, de
los cuales tres (Cabrales, Gamonedo y Afuega'l Pitu) tienen denominación de
origen europea. Los quesos asturianos están empezando desde los años 70 a
alcanzar prestigio y fama internacionales, aunque su calidad fue siempre
excelente. Son ejemplos el Cabrales, el Gamonedo, el de La Peral, el de Los
Beyos, el de Oscos, el de Afuega'l Pitu, etcétera.
Asturias
produce vino y de calidad. El viñedo asturiano - de alta montaña - acogido a la
denominación Vino de Calidad de Cangas, se localiza en el suroeste de Asturias
y, comprende los concejos de Cangas del Narcea, Allande, Grandas de Salime,
Illano, Pesoz, Ibias y Tineo. La tradición enológica y vitivinícola de la
comarca suroccidental de Asturias se remonta a la Edad Media, en torno al siglo
IX, con el surgir de los primeros monasterios que aprovechan los suelos
disponibles para el cultivo de la vid en una zona que poseía terrazgos al
abrigo de masas montañosas, idóneas para la recepción de las abundantes
radiaciones solares. La bonanza del clima de la comarca hizo que los viñedos de
alta montaña se concentrarán en esta parte de Asturias, coincidiendo con los
profundos valles de los ríos Navia y Narcea, y así la cultura del vino - que
tuvo como uno de sus principales referentes el Monasterio de Corias - llegó hasta nuestros días, adquiriendo en los
últimos lustros esta tradición fuerza y marca vitivinícola en el panorama del
vino en España. Los Vinos y las bodegas con sus catas y visitas, la Fiesta de
la Vendimia - declarada de Interés Turístico -, el Museo del Vino en Santiso,
etc. son patrimonio tangible de la cultura del vino en Asturias.