La 47ª edición de la WMF se celebró el viernes 2 de febrero
de 2018, un fin de semana numismático en su propia salsa, con destacados que incluían
monedas especiales y conmemorativas y numerosos premios de diseño y actividades
especiales muy atractivas, expositores y visitantes disfrutaron de esta fantástica feria de la
numismática. El área de exposición de alrededor de 9.000 metros cuadrados fue
una de las plataformas de intercambio más importante del mundo para el comercio
numismático en la cual se mostraron las últimas tendencias y desarrollos
técnicos.
Este año 2018 el invitado de honor fue la Royal Dutch Mint que ha abierto una
gama de nuevas opciones de diseño para sí mismo y para sus
clientes. Mediante el procesamiento digital de imágenes, se pueden acuñar
motivos individuales con los detalles más sutiles en metales preciosos con una
profundidad de enfoque hasta ahora desconocida. Así, por ejemplo, se crean
sellos de correos plateados unicos que ya están cautivando al mercado
internacional de coleccionistas. Igualmente innovador es el nuevo proceso de
impresión de huecograbado MSP (impresión de seguridad acuñada), que, como en la
impresión de billetes de banco, se utiliza en la acuñación de monedas para
insertar características de seguridad. Los detalles que pueden
experimentarse de forma tangible se incorporan a la estructura superficial de
las monedas individuales, lo que permite garantizar su carácter distintivo y la
seguridad de falsificación.
España, representada por la Real Casa de la Moneda, Fábrica
Nacional de Moneda y Timbre, expone sus productos en esta Feria, en el año
2018, edita una cartera conmemorativa, con una tirada limitada de 2.000
unidades, en ella se incluye, además de las 8 monedas de valor euro circulante
de ese año, la moneda de 2 euro
conmemorativa dedicada al Centro Histórico de Santiago de Compostela y la
moneda de 2 euros conmemorativa dedicada al 50 Aniversario de Felipe VI. En el
anverso del blister figura un grabado de la Catedral de Santiago de Compostela
realizado por Antonio Manso (1993). En el reverso se estampa la imagen de un
grabado de la Virgen de la Pera realizado por Albrecht Dürer (1511). Nuevamente
se ha eliminado en esta edición el grabado de la cuádruple imagen latente de la
FNMT, que estampo en la edición de 2016, un valor añadido que han suprimido y
como viene siendo habitual en esta Fábrica sin pedir opinión a los
coleccionistas, espero que algún día cuenten con los aficionados para tomar
este tipo de decisiones.
Antonio Manso Fernández (Madrid, 1934-1993) fue un grabador
español. En 1949 ingresó en la Escuela Nacional de Artes Gráficas
donde realizó estudios en las especialidades de grabado, dibujo y fotografía
con profesores de la talla de Manuel Castro-Gil y José Luis Sánchez Toda.
Surgió desde entonces una sincera amistad y una excelente relación profesional
entre estos tres artistas. En el mismo año comenzó su actividad como aprendiz
en la Escuela de Formación de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (actual
Real Casa de la Moneda). Compatibilizó estos estudios con los de Bachillerato y
de Dibujo y Grabado. Más tarde acudió a la Escuela Superior de Bellas Artes de
San Fernando. Vinculado a la sección de Grabado Artístico de la Fábrica
Nacional de Moneda y Timbre, realizó en ésta toda su carrera profesional. En
1989 fue nombrado Grabador Mayor de la Casa de la Moneda. Asimismo, fue
profesor en la Escuela de Artes Gráficas y en la Escuela de Grabado creado por
la Fundación Casa de la Moneda con el único objetivo de mantener vivo un arte
que convierte los billetes y sellos no sólo en documentos de alta seguridad,
sino en pequeñas obras de arte que transmiten la cultura, historia y sociedad
de un país. En reconocimiento por su labor y categoría humana, el Ayuntamiento
de Madrid decretó que se pusiera una placa conmemorativa en su nombre. Su
actividad principal fue el grabado de numerosos paisajes, retratos, monumentos
históricos y otras muchas inspiraciones que creía merecedoras de recordarse
como expresión de la vida. Muchas de sus obras se conservan en la FNMT que
editó Antonio Manso. Grabador. 1934-1993 y un sello conmemorativo de su labor
como grabador de la misma casa en 1998.
Albrecht Dürer fue un pintor alemán cuya influencia sigue
siendo sustancial. Sus viajes por Europa, como Italia y Holanda, le dieron un
lugar prominente en la imprenta de arte y grabados. Famoso por ser uno de los
mejores artistas entre los grandes maestros de la antigua imprenta, sus obras
eran profundamente religiosas e icónicas. El apodo Dürer significa
"artesano de las puertas", y da el simbolismo apropiado para un
artista que ha creado el acceso a un mundo interior a menudo melancólico, como
lo demuestran sus autorretratos dramáticos. Se alejó de la profesión de orfebre
elegida por el padre, mostrando de ser una gran promesa en la pintura, desde la
temprana edad de quince años. Estudió bajo la guía de un importante artista de
Norimberga, Michael Wolgemut, realizando algunos autorretratos ya en 1484. El
primero autorretrato remonta a 1493, realizado al óleo, y ahora se exhibe en el
Louvre de París. Además de los siguientes viajes artísticos a través de Europa,
Dürer perfeccionó su juventud con viajes a Alemania, Suiza y Holanda. Después
de su matrimonio en 1494, comenzó los otros viajes desde Venecia, pintando
muchos bocetos de acuarelas de los Alpes a lo largo de su camino. Profundamente
influenciado por la estancia en Italia, regresó a Norimberga, abriendo una
tienda donde producía, con respeto a la época, complicadas composiciones en
xilografía. Fue en este período que Dürer creó las dieciséis xilografías del
Apocalipsis, una serie que incluye el famoso Los cuatros jinetes del
Apocalipsis.