1993 - Juan Luis Vives
Juan Luis
Vives nació en
Valencia, 6 de marzo de 1492 y falleció en Brujas, 6 de mayo
de 1540, fue un humanista, filósofo y pedagogo español. La familia Vives era
importante dentro del núcleo de comerciantes judíos, religiosos y
económicamente acomodados en Valencia. Para proteger la vida de sus
familiares así como sus propiedades y evitar así mismo el riesgo de ser expulsados,
se vieron obligados a convertirse al cristianismo. Sin embargo,
siguieron practicando el judaísmo en
una sinagoga que tenían en su casa y de la que
era rabino un primo hermano de Juan Luis, Miguel
Vives. Pero en 1482, la Inquisición descubrió a Miguel y
a su madre en la sinagoga en plena liturgia, iniciándose así
un proceso contra la familia Vives a manos de la Inquisición. A los quince
años, Juan Luis Vives empezó a estudiar en la Universidad de Valencia,
fundada cinco años antes. Acudió a dicho centro desde 1507 hasta 1509 aproximadamente.
El
proceso contra su familia continuó y en 1509, su padre, preocupado
por el cariz que tomaba el asunto, decidió enviar a su hijo a estudiar al
extranjero. Así, el otoño de 1509 Vives partió rumbo
a París para perfeccionar y ampliar sus conocimientos en
la Universidad de la Sorbona, centro de atracción
de muchos estudiantes de la Corona de Aragón y
en el que enseñaban muchos profesores españoles. Terminó sus estudios
en 1512 alcanzando el grado de doctor y se trasladó a Brujas, Bélgica,
donde vivían algunas familias de mercaderes valencianos, entre ellas la de su
futura mujer, Margarida Valldaura.
La moneda en el anverso, en su centro, se encuentra representada la figura de Luis Vives y en su parte izquierda el escudo de Valencia, rodeándola, en la moldura en caracteres incusos, en la parte superior la leyenda "JUAN LUIS VIVES", y en la parte inferior las fechas "1492-1540". En el reverso, en la parte superior de la moldura se encuentra el texto "ESPAÑA 1993" y en la parte inferior el texto "200 PESETAS", ocupando la zona central se halla una representación alegórica de las herramientas de trabajo del personaje significadas en un libro, una pluma y un tintero, y la palabra "SAPIENTIA". En la parte superior izquierda la marca de Ceca.
Diseño y grabado: Luis José Díaz.
Valor facial: 200 pesetas.
Composición: aleación de cobre, aluminio y níquel.
Peso: 10,5 gramos con una tolerancia en más o en menos del 4,5%.
Forma: Circular.
Diámetro: 25,5 milímetros.
1994 - Maestros de la pintura Española
Francisco
de Goya y Lucientes, nació en Fuendetodos, provincia de Zaragoza, 30 de marzo
de 1746 y falleció en Burdeos, Francia, 16 de abril de 1828, fue un pintor y
grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y
el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el
Romanticismo. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la pintura
contemporánea, y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo
XX. Tras un lento aprendizaje en su tierra natal, en el ámbito estilístico del
barroco tardío y las estampas devotas, viaja a Italia en 1770, donde traba
contacto con el incipiente neoclasicismo, que adopta cuando marcha a Madrid a
mediados de esa década, junto con un pintoresquismo costumbrista rococó
derivado de su nuevo trabajo como pintor de cartones para los tapices de la
manufactura real de Santa Bárbara. El magisterio en esta actividad y en otras
relacionadas con la pintura de corte lo imponía Mengs, y el pintor español más
reputado era Francisco Bayeu, que fue cuñado de Goya.
"El Quitasol", 1777, es un cuadro de Francisco de Goya conservado en el Museo del
Prado y que forma parte de la serie de cartones para la Real Fábrica de Tapices
de Santa Bárbara; en concreto, para la serie destinada a la decoración del
comedor del infante Carlos, entonces Príncipe de Asturias. El cuadro fue
ejecutado con toda probabilidad entre el 3 de marzo y el 12 de agosto de 1777,
a juzgar por la datación de la entrega de la obra terminada a la Manufactura de
Tapices. En el verano de 1777, el pintor hizo entrega de una serie que se
destinaba a decorar el comedor del Príncipe de Asturias. En el documento de cuenta Goya tasaba
El quitasol en quinientos reales de vellón. Hacia la mitad del siglo XIX el óleo fue
trasladado al Palacio Real de El Pardo, donde se almacenó en el sótano del
oficio de tapicería. Por orden real de 18 de enero y 9 de febrero de 1870 el
cuadro ingresa como parte de los fondos del Museo del Prado y aparece en su
catálogo por vez primera en 1876.
Diego
Rodríguez de Silva y Velázquez nació en Sevilla, bautizado el 6 de junio de
15991 y falleció en Madrid, 6 de agosto de 1660, conocido como Diego Velázquez,
fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura
española y maestro de la pintura universal. Pasó sus primeros años en Sevilla,
donde desarrolló un estilo naturalista de iluminación tenebrista, por
influencia de Caravaggio y sus seguidores. A los 24 años se trasladó a Madrid,
donde fue nombrado pintor del rey Felipe IV y cuatro años después fue ascendido
a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores de la corte. A
esta labor dedicó el resto de su vida. Su catálogo consta de unas 120 o 125
obras. El reconocimiento como pintor universal se produjo tardíamente, hacia
1850. Alcanzó su máxima fama entre 1880 y 1920, coincidiendo con la época de
los pintores impresionistas franceses, para los que fue un referente. Manet se
sintió maravillado con su obra y le calificó como «pintor de pintores» y «el
más grande pintor que jamás ha existido». La parte fundamental de sus cuadros
que integraban la colección real se conserva en el Museo del Prado en Madrid.
“Las
Meninas”, es una de las obras de mayor tamaño de Velázquez y en la que puso un
mayor empeño para crear una composición a la vez compleja y creíble, que
transmitiera la sensación de vida y realidad, y al mismo tiempo encerrara una
densa red de significados. El pintor alcanzó su objetivo y el cuadro se
convirtió en la única pintura a la que el tratadista Antonio Palomino dedicó un
epígrafe en su historia de los pintores españoles (1724). Lo tituló En que se
describe la más ilustre obra de don Diego Velázquez, y desde entonces no ha
perdido su estatus de obra maestra. Gracias a Palomino sabemos que se pintó en
1656 en el cuarto del Príncipe del Alcázar de Madrid, que es el escenario de la
acción. El tratadista cordobés también identificó a la mayor parte de los
personajes: son servidores palaciegos, que se disponen alrededor de la infanta
Margarita, a la que atienden doña María Agustina Sarmiento y doña Isabel de
Velasco, meninas de la reina. Además de ese grupo, vemos a Velázquez trabajar
ante un gran lienzo, a los enanos Mari Bárbola y Nicolasito Pertusato, que
azuza a un mastín, a la dama de honor doña Marcela de Ulloa, junto a un
guardadamas, y, al fondo, tras la puerta, asoma José Nieto, aposentador. En el
espejo se ven reflejados los rostros de Felipe IV y Mariana de Austria, padres
de la infanta y testigos de la escena. Los personajes habitan un espacio
modelado no sólo mediante las leyes de la perspectiva científica sino también
de la perspectiva aérea, en cuya definición representa un papel importante la
multiplicación de las fuentes de luz.
En la moneda observamos en su anverso y en centro la pintura de Goya “El
Quitasol”, y rodeándolo la leyenda “MAESTROS DE LA PINTURA ESPAÑOLA” y la marca
de Ceca. En el reverso, en la zona central, se ve un detalle del cuadro de “Las
Meninas” de Velázquez y rodeándolo la leyenda “ESPAÑA 1994” la cifra de valor “200
PESETAS”.
Diseño anverso y reverso: Begoña Castellanos.
Grabado anverso: Esther González.
Grabado reverso: Luis José Díaz
Valor facial: 200 pesetas.
Composición: aleación de cobre, aluminio y níquel.
Peso: 10,5 gramos con una tolerancia en más o en menos del 4,5%.
Forma: Circular.
Diámetro: 25,5 milímetros.
Diseño anverso y reverso: Begoña Castellanos.
Grabado anverso: Esther González.
Grabado reverso: Luis José Díaz
Valor facial: 200 pesetas.
Composición: aleación de cobre, aluminio y níquel.
Peso: 10,5 gramos con una tolerancia en más o en menos del 4,5%.
Forma: Circular.
Diámetro: 25,5 milímetros.
1995 - Maestros de la pintura española
Bartolomé Esteban Murillo nació en Sevilla, 1617 y falleció en Cádiz el
3 de abril de 1682, fue un pintor barroco español. Formado en el naturalismo
tardío, evolucionó hacia fórmulas propias del barroco pleno con una
sensibilidad que a veces anticipa el Rococó en algunas de sus más peculiares e
imitadas creaciones iconográficas como la Inmaculada Concepción o el Buen
Pastor en figura infantil. Personalidad central de la escuela sevillana, con un
elevado número de discípulos y seguidores que llevaron su influencia hasta bien
entrado el siglo XVIII, fue también el pintor español mejor conocido y más
apreciado fuera de España, el único del que Sandrart incluyó una breve y
fabulada biografía en su Academia picturae eruditae de 1683 con el Autorretrato
del pintor grabado por Richard Collin. Condicionado por la clientela, en su
mayoría formada por eclesiásticos, el grueso de su producción está formado por
obras de carácter religioso, pero a diferencia de los restantes grandes
maestros españoles de su tiempo cultivó también la pintura de género de forma
continuada e independiente.
El Buen Pastor, es un óleo sobre lienzo de 123x101 cm. realizado por el
pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo alrededor del año 1660,
perteneciente a la escuela española del Barroco. Se encuentra en la colección
permanente del Museo del Prado, Madrid. La pintura de El Buen Pastor fue
comprada, junto con otras, en 1744 por la reina Isabel de Farnesio a los
herederos del cardenal y presidente del Consejo de Castilla Gaspar de Molina y
Oviedo procedente de la antigua colección que dicho cardenal poseía. El cuadro
fue agrandado para poder mostrarse como pareja del San Juan Bautista Niño y destinado
al Palacio de la Granja de San Ildefonso en 1746, pasando posteriormente al
Palacio de Aranjuez donde aparece en dos inventarios de 1747 y 1774, y de allí
fue llevado al Palacio Real de Madrid en el que permaneció entre 1814 y 1818
hasta su llegada al Museo del Prado en 1819, donde sigue formando pareja en su
exposición con el San Juan Bautista Niño.
Doménikos Theotokópoulos, en griego Δομήνικος
Θεοτοκόπουλο, nació Candía, 1541 y falleció en Toledo, 1614, conocido como el Greco («el griego»), fue un pintor del final del Renacimiento que desarrolló un estilo muy personal en sus obras
de madurez. Hasta los 26 años vivió en Creta, donde
fue un apreciado maestro de Iconos en el estilo posbizantino vigente en la isla. Después residió diez años en Italia, donde se transformó en un pintor renacentista, primero en Venecia,
asumiendo plenamente el estilo de Tiziano y Tintoretto, y
después en Roma,
estudiando el manierismo de Miguel Ángel. En 1577 se estableció en Toledo, España, donde vivió y trabajó el resto de su vida. Su
formación pictórica fue compleja, obtenida en tres focos culturales muy
distintos: su primera formación bizantina fue la causante de importantes aspectos de su
estilo que florecieron en su madurez; la segunda la obtuvo en Venecia de los pintores del alto renacimiento, especialmente de Tiziano, aprendiendo la pintura al óleo y su gama de
colores —él siempre se consideró parte de la escuela veneciana—; por último, su
estancia en Roma le permitió conocer la obra de Miguel
Ángel y el manierismo, que se convirtió en su estilo vital,
interpretado de una forma autónoma.
El martirio de San
Mauricio es una obra de El Greco, realizada entre 1580 y 1582 durante su primer
período toledano. Se conserva en el Real Monasterio de San Lorenzo de El
Escorial.En este cuadro El Greco demuestra su capacidad para combinar
complejas iconografías políticas con motivos ortodoxos medievales. Parece que
la obra no fue del total agrado del Rey, por lo que no le hizo más encargos. El
fallecimiento de Navarrete el Mudo en 1579 provocó la urgente demanda por parte
de Felipe II de pintores que continuaran la decoración de El Escorial. El
monarca eligió a El Greco como uno de los artistas consagrados que trabajarían
en los retablos de la basílica, encargándole el que se instalaría en uno de los
altares laterales dedicado al Martirio de San Mauricio y la Legión Tebana que
mandaba. Considerado uno de los santos patronos en la lucha contra la herejía y
debido a la existencia de reliquias en la iglesia, se decidió que su presencia
era necesaria. En el siglo III de nuestra era, San Mauricio era el jefe de una
legión egipcia del ejército romano en la que todos profesaban el cristianismo.
Durante su estancia en las Galias recibieron la orden del emperador Maximiano
de realizar una serie de sacrificios a los dioses romanos. Al negarse, la
legión que mandaba el santo fue ejecutada, siendo martirizados sus 6.666
miembros.
Valor facial: 200 pesetas.
Composición: aleación de cobre, aluminio y níquel.
Peso: 10,5 gramos con una tolerancia en más o en menos del 4,5%.
Forma: Circular.
Diámetro: 25,5 milímetros.
200 pesetas "Aquellos maravillosos años" Parte I
200 pesetas "Aquellos maravillosos años" Parte II
200 pesetas "Aquellos maravillosos años" Parte IV
La moneda en el anverso, en el centro, aparece la pintura
de Murillo “EI Buen Pasto”, y rodeándola, la leyenda “MAESTROS DE LA PINTURA
ESPAÑOLA” y la marca de Ceca. En el reverso, en la zona central, se ve un fragmento
del cuadro de El Greco “San Mauricio y la Corte Tebana”, rodeándolo la leyenda “ESPAÑA
1995”, la cifra de valor 200 y la palabra pesetas.
Diseño y grabado: Esther GonzálezValor facial: 200 pesetas.
Composición: aleación de cobre, aluminio y níquel.
Peso: 10,5 gramos con una tolerancia en más o en menos del 4,5%.
Forma: Circular.
Diámetro: 25,5 milímetros.
200 pesetas "Aquellos maravillosos años" Parte I
200 pesetas "Aquellos maravillosos años" Parte II
200 pesetas "Aquellos maravillosos años" Parte IV
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