- NAVARRA
Navarra
denominada oficialmente Comunidad Foral de Navarra, es una comunidad foral
española situada en el norte de la Península Ibérica. Limita al norte con
Francia (departamento de Pirineos Atlánticos), al este y sureste con la
comunidad autónoma de Aragón (provincias de Huesca y Zaragoza), por el sur con
la de La Rioja y por el oeste con la del País Vasco (provincias de Álava y
Guipúzcoa). Posee un exclave (Petilla de Aragón) rodeado totalmente por la
provincia aragonesa de Zaragoza. Es el territorio correspondiente a la Alta
Navarra del Renacimiento (la Baja Navarra forma parte de Francia). Está
compuesta por 272 municipios y cuenta con una población de 640.790 habitantes
(2014), de la que aproximadamente un tercio vive en la capital, Pamplona (196.166
habitantes), y más de la mitad en el área metropolitana de la misma (328.511
habitantes).
En el relieve
de Navarra se diferencian dos zonas: Al norte la zona montañosa del Pirineo
navarro, accidentada y abrupta, con una pendiente media del orden de 10-20 % y
la cota más alta en la Mesa de los Tres Reyes (2.438 msnm.). Y al sur, la
Ribera, zona de extensas llanuras con pendientes medias en general inferiores
al 5 %. Entre ambas hay una zona de transición llamada Navarra Media o Zona
Media, con sierras en su parte norte y amplias llanuras al sur con una
pendiente de entre el 5 y el 10 %. Estas dos zonas están separadas por una
línea que, partiendo de la Sierra de Codés, continúa por Santiago de Lóquiz,
Andía, Echauri, Perdón, Aláiz, Izco, Leyre y Navascués. En la Montaña
predominan los terrenos con una altitud superior a los 600 msnm, aunque también
existen algunos terrenos que no la alcanzan. En la Ribera, sin embargo
predominan los inferiores a 400 msnm, aunque algunas áreas superan incluso los
600 msnm. (Sierra de Peralta, Bardena Negra, Montes del Cierzo).
Aproximadamente, el 40 % del territorio navarro está por encima de los 600
msnm. y el 60 % restante por debajo. También forman parte de su relieve los
Montes Vascos.
Tras unos
primeros años de expansión y la posterior merma territorial a manos de Castilla
y Aragón, el Reino de Navarra se estabilizó con dos territorios diferenciados:
la Alta Navarra, al sur de los Pirineos y en la que se encontraba la capital y
la mayor parte de la población y los recursos, y la Baja Navarra o Navarra
Continental, al norte de la cordillera pirenaica. El reino navarro colaboró
activamente en el proceso histórico llamado Reconquista. Famosa es la
participación del monarca navarro en la Batalla de las Navas de Tolosa, que
supuso el principio del fin de la dominación musulmana de la península y se
dice que es origen del actual escudo de Navarra. En su etapa de mayor expansión
territorial, durante la Edad Media, el reino abarcó territorios atlánticos y se
expandió más allá del río Ebro, hacia territorios situados en las comunidades
autónomas contemporáneas de Aragón, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, País
Vasco y las regiones administrativas francesas de Aquitania y
Mediodía-Pirineos, en las antiguas provincias de Gascuña y Occitania. Las
capitales vascas de Vitoria y San Sebastián fueron fundadas por el rey navarro
Sancho VI el Sabio.
El escudo de
armas de Navarra es el emblema heráldico que durante siglos ha identificado a
Navarra, a sus antiguos soberanos y a sus instituciones, siendo adoptado como
uno de los símbolos oficiales de la comunidad según reconoce tanto la ley
orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra como
regulado por la Ley Foral 24/2003 de 4 de abril que regula los símbolos de
Navarra. Tradicionalmente las cadenas son atribuidas a las que el rey navarro
Sancho VII el Fuerte trajo como recompensa de la Batalla de las Navas de Tolosa
y cuyos eslabones se hallan en varios puntos. En la Colegiata de Roncesvalles
se encuentran las que fueron entregadas por el propio monarca, cuyos restos
reposan en el mausoleo de la capilla de San Agustín. Otras partes de las
cadenas fueron a parar al monasterio de Irache y otra a la Catedral de Santa
María de Tudela, lugar natal de aquel rey de enorme estatura. Según la leyenda,
las cadenas proceden de aquella batalla y encadenaban a cristianos cautivos
rodeando la tienda del rey Miramamolín, siendo el rey Sancho el que rompió las
cadenas. No obstante, las cadenas figuran con anterioridad a esa batalla en distintas
partes de Navarra. La esmeralda representa la que fue robada supuestamente al
rey Miramamolín en dicha batalla y se conserva en la Real Colegiata de
Roncesvalles. No obstante las investigaciones recientes dan un origen muy
diferente a las armas navarras que fueron posteriores a dicho monarca
concretamente a su sobrino y sucesor Teobaldo I de Champaña y originalmente se
blasonaron como carbunclo y no es hasta el siglo XIV en tiempos de Carlos III
el Noble en que se empezaron a blasonar como cadenas y posteriormente se
atribuyeron a dicha batalla recogida por primera vez en las «Crónicas de los
Reyes de Navarra» escritas por Carlos de Viana.
Navarra es
tierra de diversidad marcada por un paisaje de contrastes que ha
perfilado a lo largo de los siglos pueblos y caracteres diversos, tradiciones
diversas, climas y cultivos diversos. Diversidad donde los sentidos se
entremezclan. Acaricie la escarpada silueta verde del Pirineo, y observe cómo
se ondula y pierde fuerza cuando se acerca al perfil suave de la tierra yerma
de la Ribera. Escuche el tranquilo azul que baja de las montañas del norte, la
libertad de la llanura anaranjada del sur o el susurro de los recios muros de
los monasterios y palacios que inundan nuestra geografía. Perciba el olor a
tradición y esfuerzo que transmite la Ruta Jacobea a su paso por Navarra desde
el legendario rincón de Orreaga/Roncesvalles, hasta la muy noble ciudad de
Viana, que despide el Camino. Saboree los colores de la fiesta: el blanco y el
rojo invaden los Sanfermines y las celebraciones populares del verano. No
pierda de vista la variada gastronomía de esta tierra de exquisitas carnes y
sabrosas verduras de la huerta de la Ribera, acompañadas por los excelentes
vinos de la región. Déjese cautivar por el carácter de sus gentes: sosegado e
introvertido en el norte y alegre y bullicioso en el sur. Navarra, una pequeña
región en la que descubrirá grandes contrastes.
La
gastronomía de Navarra, a pesar de las influencias que ha recibido durante
siglos de las cocinas vasca, riojana y aragonesa, ha logrado hacerse con una
personalidad propia. Dichas influencias se aprecian en mayor medida en las
zonas fronterizas. Así, la gastronomía del norte de Navarra comparte con la del
País Vasco (territorio con el que comparte vinculación cultural histórica)
platos, ingredientes y productos como el Queso de Idiazábal, la sidra, la
goxua. Mientras tanto, la gastronomía del sur de la comunidad foral, con una
cultura vinculada tradicionalmente con las de las otras comunidades del valle
medio del Ebro (La Rioja y Aragón) comparte con las cocinas de dichos
territorios platos, ingredientes y productos como la menestra de verduras, el
zurracapote o los espárragos. Cabe destacar también que Navarra ha sido el
camino pirenaico de la ruta jacobea, y por tanto lugar de tránsito e influencia
con Francia. La cocina navarra posee tradición escrita antigua. En la
actualidad ha cobrado fama la cocina de miniatura, cuyo mayor exponente son los
pinchos. Suele aludirse al Codex Calixtinus del siglo XII como primera guía
para conocer la cocina navarra. La historia de Navarra da muestras a lo largo
del tiempo con Francia y esto puede dar explicación del parentesco entre la
cocina navarra y la cocina bearnesa. Se puede ver que la sopa de potaje de
coles navarra es muy similar a la garbure de Bearne, existiendo otras
similitudes en los potajes de acelgas, espinacas, acederas y demás. El
estudioso de la gastronomía Víctor Manuel Sarobe Pueyo estudió un manuscrito
conventual datado en el siglo XVIII firmado por el pseudónimo Antonio Salsete. Los
ingredientes que posee Navarra abarcan desde las carnes de ganadería cuidadas
en sus pastos, pasando por la abundante variedad de caza (mayor y menor) hasta
los productos vegetales, algunos de ellos con denominación de origen.
Navarra es
una denominación de origen española para vinos procedentes de la Comunidad
Foral de Navarra. La zona vinícola se extiende desde el sur de la capital de la
comunidad, Pamplona, hasta la cuenca del río Ebro. De entre los vinos con
denominación de origen, los navarros constituyen un ejemplo de como ha
evolucionado el sector en los últimos tiempos. Navarra, tradicional productora
de vinos tintos, rosados y blancos, era conocida casi exclusivamente por sus
vinos rosados. Esta situación ha cambiado y ahora ya es conocida por su amplia
oferta de productos. Constituida en 1932, la denominación de origen Navarra no
publicó su primer reglamento hasta 1967. El área de producción, de 18.840 ha.,
se divide en cinco subzonas: Valdizarbe: Agrupa a 25 términos municipales. Es
la subzona situada más al norte. Tierra Estella: Agrupa a 38 términos
municipales. Es la subzona medio – occidental. Ribera Alta: Agrupa un total de
26 términos municipales. Esta subzona está situada en el centro- sur de Navarra.
Baja Montaña: Agrupa 22 términos municipales situados al noreste de la
denominación, sobre la cuenca media del río Aragón. Ribera Baja: Agrupa 14
términos municipales. Subzona localizada en el sur de Navarra, y la más
significativa en cuanto a superficie cultivada y número de bodegas que la integran.
- VALENCIA
La Comunidad
Valenciana es una comunidad autónoma de España, la cual se constituyó como
comunidad autónoma en el año 1982, al aprobarse su Estatuto de Autonomía, y
desde el año 2006, cuando se reformó el Estatuto, se define a la Comunidad
Valenciana como nacionalidad histórica, al amparo de lo dispuesto en el
artículo segundo de la Constitución Española. El territorio actual valenciano,
coincide en su mayor parte con el del histórico Reino de Valencia, el cual a lo
largo de la historia ha recibido diversas denominaciones: así, a finales del
siglo XIX se conocía como Región Valenciana y a partir de la década de 1960 se
ha venido empleando la forma de País Valenciano. También se usa por abreviar,
Valencia, aunque este último puede llevar a confusión con la ciudad o la
provincia de Valencia.
Su
territorio, con capital en Valencia, está situado en el este y sureste de la
península ibérica. También forma parte del territorio valenciano el
archipiélago de las islas Columbretes, la Isla de Tabarca y otras islas menores
e islotes cercanos a la costa, además del Rincón de Ademuz, un exclave separado
totalmente del resto del territorio valenciano por el municipio conquense de
Santa Cruz de Moya al sur, y al norte por el municipio turolense de Arcos de
las Salinas. Tiene una superficie de 23.255 km², siendo la 8ª autonomía más
extensa de España. Está formada por las provincias de Alicante, Castellón y
Valencia, y limita al norte con Cataluña y Aragón, al oeste con Castilla-La
Mancha y Aragón, y al sur con la Región de Murcia. En el territorio de la
Comunidad Valenciana habitan actualmente 5.004.844 personas en un total de 542
municipios. La mayor concentración de población de la Comunidad Valenciana se
da en torno a la ciudad de Valencia, llegando su área metropolitana a 1.774.201
habitantes (INE 2011). de los cuales 797.028 (INE 2012) están empadronados en
la ciudad. La segunda mayor concentración de población de la comunidad es la
del área metropolitana de Alicante-Elche, la cual cuenta con 801.376 habitantes
(2011).
Tras el
establecimiento en la Constitución española de 1978 del Estado de las
Autonomías, se aprobó un Estatuto de Autonomía para la Comunidad Valenciana en
1982, con un gobierno regional, la Generalidad, que asegura una administración
propia en aspectos como la Sanidad o la Educación. Aunque su Estatuto de
Autonomía se promulgó mediante el artículo 143 de la Constitución Española,
posteriormente se aprobó en 1987 una ley que lo equiparaba competencialmente a
las denominadas nacionalidades históricas (Ley Orgánica de Transferencia de
Competencias de Titularidad Estatal a la Comunidad Valenciana, abreviadamente,
LOTRAVA). Posteriormente, el Estatuto de Autonomía valenciano sufriría dos
reformas, una en 1992 para incluir todas las competencias adquiridas por la
LOTRAVA, y otra en 2006, de mayor calado, con competencias nuevas, y en la que
se declara la Comunidad Valenciana como nacionalidad histórica en el primer
artículo, siguiendo a otras comunidades que lo habían hecho con anterioridad.
El escudo o
emblema de la Comunidad Valenciana está basado en "el símbolo
representativo del Reino de Valencia más antiguo que se conoce, el que existía
en la Puerta de la Xerea de la Ciudad de Valencia", de acuerdo con el
Consejo del País Valenciano en 1978. La versión actual vigente está descrita en
el Diario Oficial de la Generalidad Valenciana (DOGV) número 211, de fecha 13
de diciembre de 1984, y de título Ley de la Generalidad Valenciana 8/1984, de 4
de diciembre, por la que se regulan los símbolos de la Comunidad Valenciana y su
utilización. El escudo, queda descrito de la siguiente manera: 1. El emblema de
la Generalidad Valenciana se constituye con la heráldica del Rey Pedro el
Ceremonioso, representativa del histórico Reino de Valencia, tal como es
blasonado a continuación: 1.1. Escudo: Inclinado hacia la derecha, de oro, con
cuatro palos de gules. 1.2. Timbre: Yelmo de plata coronado; mantelete que
cuelga en azur, con una cruz paté curvilínea y fijada con punta aguzada de
plata, forrado de gules; por cimera, un dragón naciente de oro, alado, linguado
de gules y dentado de plata. Ya con anterioridad a la aprobación del Estatuto
de Autonomía, en agosto de 1978, el Consejo Preautonómico del País Valenciano
decreta la adopción del escudo como símbolo propio.
La Comunidad Valenciana te ofrece infinitas posibilidades de actividades y turismo para
disfrutar en todos los sentidos. Gracias a un clima privilegiado podrás pasar
días inolvidables junto al mar o en mágicas estancias de alojamiento rural.
Practica el turismo y actividades en los más bellos parques naturales,
sumérgete en las profundidades marinas y recréate con la práctica de los
deportes náuticos. Vive la tradición de las fiestas en los bellos pueblos costeros
y de interior...en la Comunidad Valenciana también hallarás tiempo para la
distracción gracias a la amplia oferta cultural y de ocio de las grandes
ciudades. La aventura y el saber te esperan en los parques temáticos de esta
región abierta a quienes quieran disfrutar del golf, la gastronomía local o el
turismo de congresos. Todo es posible en la Comunidad Valenciana en cualquier
época del año. El litoral es un lugar privilegiado
en el Mediterráneo con numerosas y espléndidas playas que se conocen en toda
Europa por su naturalidad, belleza y calidad inigualables. Características que,
unidas al cálido clima y a una inmejorable oferta de servicios, hacen de las
playas de la Alicante, Benidorm, Valencia y Castellón un destino preferente
para disfrutar de las vacaciones todo el año. En la Comunidad Valenciana
encontrarás esa playas y calas con las que siempre has soñado: desde extensos
arenales hasta recónditas calas, pasando por una gran variedad de playas
accesibles y naturistas en las que no faltan los mejores servicios de
alojamiento y restauración. Aguas cristalinas y arenas inmaculadas convierten
un simple baño en un océano de sensaciones, a lo que hay que sumar las
condiciones idóneas para la náutica y la práctica de actividades deportivas.
La
gastronomía valenciana es la que se prepara tradicionalmente en la Comunidad
Valenciana. Se enmarca dentro de la dieta mediterránea debido al uso del aceite
de oliva, las verduras y el pescado. Existen importantes diferencias entre la
cocina de las zonas costeras, donde el pescado y la verdura tienen mucho protagonismo,
y la de interior, más rústica y con mayor importancia de los productos
cárnicos. Sin embargo, ambas zonas tienen en común el hecho que caracteriza a
la cocina valenciana: el empleo del arroz. Este cereal, cultivado desde la
época musulmana en tierras valencianas, es muy apreciado y usado en infinidad
de platos, entre ellos el más conocido a nivel internacional: la paella, un
guiso de arroz seco, cocinado en una paella (sartén metálica poco profunda con
asas que cede su nombre al plato) sobre un fuego de leña (preferiblemente de
naranjo) preparado al efecto. Su popularidad es tal que muchas segundas
residencias valencianas cuentan con un paellero, un espacio abierto o cerrado
donde se cocina la paella a leña. Existen múltiples recetas, pero la
fundamental en la región se compone de arroz, pollo y conejo, bajoqueta (judía
verde) y garrofón. Suele incluir también vaquetas (una variedad de caracol) o
albóndigas de carne (en la comarca de la Ribera). El color amarillo se consigue
de manera tradicional con azafrán, aunque se ha popularizado el uso de
colorantes artificiales. En las comarcas de interior son muy típicas las ollas
u olletas, que se suelen preparar en invierno. Sus ingredientes principales son
huesos, arroz, carne de cerdo, morcilla y legumbres. El puchero o cocido de
pelotas es típico sobre todo del día de Navidad. Una preparación
específicamente valenciana típica de la Albufera de Valencia es el all i pebre,
guiso con patatas, pimentón y anguilas. En el interior y el sur de la Comunidad
Valenciana, por influencia de la vecina Castilla-La Mancha son típicos los
gazpachos manchegos, pudiéndose encontrar tanto los tradicionales que
incorporan carne de caza como versiones de pescado y mariscos.
Valencia es
una denominación de origen española constituida en 1932 para vinos procedentes
de la provincia de Valencia. Ya en el siglo II a. C., el vino de Sagunto es
mencionado en obras de Juvenal y Marcial. Este caldo alcanzaría fama durante la
edad media aunque se tiene constancia del cultivo de la vid desde la época del
Neolítico en el espacio que ahora ocupa la Comunidad Valenciana. Comunicada a
través de un puerto marítimo que mira al mediterráneo, Valencia ha exportado
sus vinos desde antiguo, de hecho buena parte de la producción de esta
denominación de origen se destina al mercado exterior, esto hace que sus vinos
tintos, blancos, rosados, rancios, dulces, espumosos de licor y espumosos
aromáticos no sean muy conocidos en España. El suelo, con buena permeabilidad,
varía según la altura, siendo de tipo fluvial en la zona más cercana a la
costa, arcilloso a media altura y calizo y arenoso en las zonas más altas. El
clima, mediterráneo, tiende a continental cuanto más hacia el interior
sufriendo la influencia de fuertes vientos y aguaceros precisamente en esta
última zona. La pluviometría media es de 400 mm. con zonas consideradas como
áridas o semi-áridas y las temperaturas pueden oscilar de 38ºC en verano a -5ºC
en invierno. El área de cultivo se divide en cuatro subzonas, Valentin: situada
al noroeste, y la de mayor extensión. Dado que el del terreno de cultivo va asciendo
desde la costa hacía el interior, podemos, a su vez, distinguir tres áreas
situadas a distintas altitudes: Cheste y Marquesado a 180 metros sobre el nivel
del mar, Campos de Liria, a 280 metros de altitud y Serranía, a 550 metros. Alto
Turia al oeste de Valentin y a 625 metros de altitud sobre el nivel del mar. Moscatel,
que parte de límites occidentales de la ciudad, al nivel del mar, hacia el
interior alcanzando una altitud de 100 metros. Clariano aislada de las otras
zonas de cultivo y que limita al norte con Valencia capital y al sur con Játiva
y Gandía.
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