Cataluña es
una comunidad autónoma española considerada como nacionalidad histórica,
situada al nordeste de la península ibérica. Ocupa un territorio de unos 32.000
km² que limita al norte con Francia y
Andorra, al este con el mar Mediterráneo a lo largo de una franja marítima de
unos 580 kilómetros, al sur con la Comunidad Valenciana, y al oeste con Aragón.
Esta situación estratégica ha favorecido una relación muy intensa con los
territorios de la cuenca mediterránea y con la Europa continental. Cataluña
está formada por las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. Su
capital es la ciudad de Barcelona.
En el
territorio catalán habitan actualmente 7.504.008 personas en un total de 948
municipios de los que 64 superan los 20.000 habitantes (en los que vive el 70 %
de la población catalana). Dos tercios de la población viven en el ámbito
metropolitano de Barcelona. Constituye un territorio muy denso y altamente
industrializado, liderando el sector en España desde el siglo XIX, y su
economía es la más importante de entre las comunidades autónomas, al generar el
18,7 % del PIB español. Respecto al PIB per cápita, se sitúa en cuarta
posición, tras el País Vasco, la Comunidad de Madrid y Navarra.
En Cataluña
hay presentes cuatro administraciones públicas, con diferentes niveles de
responsabilidad y competencias políticas: la Administración General del Estado,
la Generalidad de Cataluña, las diputaciones provinciales, y los ayuntamientos.
La Administración General del Estado se ocupa de diferentes cuestiones como la
seguridad (fuerzas armadas), la justicia, la gestión de puertos y aeropuertos,
los trenes de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles, y las costas,
entre las competencias más destacadas. A lo largo de los últimos años, el
Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, dentro del marco de traspaso de
competencias, han sido relevados en la mayoría de sus competencias por el
despliegue progresivo sobre el territorio de los Mozos de Escuadra, policía
autonómica. La Administración del Estado en Cataluña está coordinada desde la
sede de la Delegación del Gobierno. El Delegado del Gobierno es designado
directamente por el Gobierno de España por decreto. La Generalidad de Cataluña,
sistema institucional en que se organiza políticamente el autogobierno de
Cataluña, tiene amplias competencias y gestiona diferentes ámbitos, como pueden
ser: educación, asuntos sociales, tránsito, determinación de políticas
económicas y de comercio, etc. La Generalidad es también la responsable de la
construcción de equipamientos públicos como hospitales, escuelas de primaria y
secundaria, universidades, residencias para la tercera edad, entre otras.
El escudo de
Cataluña es el símbolo heráldico del territorio catalán cuyo origen está en las
armas hereditarias de los monarcas de la Corona de Aragón. Su derivado, la
señera de Cataluña es un símbolo oficializado por la Generalidad de Cataluña
incluido en el Estatuto de Autonomía de Cataluña. El escudo, sin embargo, no es
oficial. Dado que la configuración de Cataluña no se da en su forma actual
hasta el siglo XV, no se desarrolló un único símbolo heráldico para el conjunto
del territorio catalán. En este territorio, a diferencia de otros de la Corona
de Aragón, los condados catalanes y sus titulares mantuvieron un alto grado de
presencia política, y cuya heráldica ha perdurado en las áreas en las que se
extendieron, como en el caso de las armas del Condado de Urgel o de Ampurias. Durante
la guerra de sucesión española la Generalidad adopta el símbolo real de la
Corona como propio, en tanto que la institución se consideraba soberana del
poder real. Tras la pérdida de los fueros e instituciones propias debido a la
victoria borbónica, se pierde el uso del símbolo. Posteriormente, la Renaixença
revisó los símbolos propios de Cataluña, adjudicando el escudo real como el
territorial, y sería el símbolo de la demanda de autogobierno tal como lo fue
el uso de la bandera derivada, la señera. Además, se daría por seguro el origen
de las armas reales a la Casa de Barcelona, previa a su unión con la casa del
reino de Aragón, siendo este un objeto de discusión actual.
En Cataluña encontrarás
tantos ejemplos culturales interesantes que no sabrás por dónde empezar:
edificios de ensueño en Barcelona (conocida como “la capital del modernismo”)
como La Sagrada Familia o el Palau de la Música Catalana, el impresionante
conjunto arqueológico de Tarraco, el Monasterio de Poblet en Tarragona, las
iglesias del Vall de Boí en Lleida… todos declarados Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO. Además, podrás acudir a cualquier tipo de evento gracias a la
agenda que ofrecen museos tan importantes como el Museo Nacional de Arte de
Cataluña o el Teatro-Museo Dalí de Figueres, tampoco puede faltar en esta zona
del noreste de España una visita a las singulares playas de la Costa Dorada,
Costa Barcelona y la Costa Brava, con localidades de fama internacional como
Salou, Sitges, Tossa de Mar, Cadaqués, Lloret de Mar o Roses. Aprovecha que
Cataluña cuenta con múltiples Estaciones Náuticas para practicar actividades en
el mar. Y para paisajes de montaña, nada mejor que hacer una excursión al
Pirineo catalán (sus estaciones de esquí son perfectas para el turismo de
nieve) o al Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.
La
gastronomía catalana, muy destacada en la dieta mediterránea, se caracteriza
principalmente por sus numerosos y reconocidos postres. Los ingredientes
llegados del mar y de la huerta son la clave fundamental para el éxito de los
conocidos platos catalanes. La mayoría de estos platos típicos tienen origen
rural. Debido a su extensión orográfica su gastronomía ofrece gran variedad de
ingredientes en sus recetas, donde destacan los productos de la montaña, la
huerta y el mar, haciendo uso principalmente del aceite de oliva, la manteca de
cerdo, los ajos, las cebollas, las hortalizas, el pescado y marisco fresco, los
arroces, las legumbres, las hierbas aromáticas y la composición de repostería
variada. La salsa es un complemento elemental en numerosos platos catalanes, ya
que desde hace siglos se acompañan estas destacadas recetas con alioli,
sofrito, samfaina, picada, romesco o ñoras principalmente. En Gerona podemos
destacar los arroces, que se combinan con productos de los montes como las
setas, o la elaboración de pescados como el rape cocinado a la marinera, la
merluza, la dorada, la lubina y los mariscos como la langosta elaborados con
ingredientes de la tierra como los caracoles o la butifarra combinada con
diferentes productos como las alubias. En repostería destaca la crema catalana
ahumada. En Barcelona encontramos una gastronomía más cosmopolita, en la que
predominan los platos realizados con escalibada, pan con tomate o panellets. En
Lleida, la gastronomía es variada y muy rica, destacando el uso abundante de
productos de huerta y frutas, ya es una de las regiones fruteras más
importantes de la península. Peras, ciruelas, melocotones, nectarinas o
manzanas forman parte de su denominada cocina de la fruta.
El vino tiene
en Cataluña una larga tradición cultural constituyendo una región vinícola
histórica con unas peculiaridades propias. El sector está regulado por el
Instituto Catalán de la Viña y el Vino. El subsector del vino y derivados ocupa
el cuarto lugar dentro del sector agro alimentario catalán y representa el 25%
de la producción de España. La producción anual es de más de 380 millones de
botellas de las que unas dos terceras partes se destinan a la exportación.
Aproximadamente, la mitad de la producción es de vino y la otra mitad es de
cava. La vid y el vino fueron introducidos por los griegos en el área del
Ampurdán. En época de los romanos se desarrolló el comercio de los vinos del
Campo de Tarragona y de Alella, en los alrededores de Tarraco y Barcino. El
cultivo de la viña en Cataluña se concentra sobre todo en las comarcas
prelitorales, entre la Cordillera Prelitoral y la Depresión Prelitoral, con la
excepción de la parte oriental más húmeda (eje del Montnegre, Montseny, Las
Guillerías y Puigmal). Además, se cultiva en las llanuras de menos altitud de
la Depresión Central (la plana de Lérida y la plana de Bages), y en las dos
vertientes de la Albera. El clima es mediterráneo con veranos moderadamente
calurosos, inviernos fríos sin heladas ni granizadas, lluvias concentradas en
otoño y primavera, y bien soleado con cordilleras orientadas al sudeste.
CEUTA
Ceuta es una
ciudad autónoma española, situada en la península Tingitana, en la orilla
africana del estrecho de Gibraltar, en la desembocadura oriental del mismo. A
su vez, Ceuta contiene una pequeña península conocida como Almina. Está bañada
al norte, al este y al sur por el mar Mediterráneo. Al oeste y suroeste limita
con una zona neutral que la separa de Marruecos, concretamente de las
prefecturas de Fahs Anjra y M'Diq-Fnideq, ambas pertenecientes a la región
Tánger-Tetuán. Según datos a 1 de enero de 2014, la población de Ceuta es de 84.963
habitantes y la densidad de 4592,59 hab/km². Su territorio ocupa 19 km², donde
conviven principalmente ciudadanos de cultura cristiana y musulmanes, aunque
también existe una población de judíos y, en menor medida, hindúes. Las zonas
urbanizadas se sitúan en el istmo y en parte del Campo Exterior. El centro
urbano y los barrios más antiguos se localizan cerca del puerto y por la ladera
del monte Hacho.
La morfología
del terreno ceutí se debe al plegamiento Alpino, que fraccionó esta tierra
hasta la gran plataforma del Sáhara. Su principal accidente orográfico es el
monte Hacho, formado por un anticlinal. El resto lo constituye un istmo que une
el Hacho con el continente africano y un islote conocido como isla de Santa
Catalina. El istmo está formado por terreno metamórfico de composición
geológica compleja, con cinco áreas distintas y cuyo elemento principal es la
sierra de Anyera, que corre paralela a la costa que en las cercanías de la
ciudad recibe el nombre de Mujer Muerta. El territorio de Ceuta presenta siete
colinas o elevaciones destacadas (que son el origen del nombre de la ciudad:
Septem Frates- Septa- Ceuta) entre las cuales destaca el monte Anyera con 349 metros de altitud que es el punto más alto de esta autonomía. Considerada
tradicionalmente como la divisoria entre las aguas del Mediterráneo y del
Atlántico, Ceuta está rodeada por el mar que forma dos bahías, la norte de cara
a la península Ibérica y la del sur que mira a Marruecos. Los esquistos
pizarrosos impermeables que constituyen el terreno de la península ceutí
dificultan la creación de bolsas de agua en el subsuelo. A pesar de ello se ha
constatado a lo largo de la historia la existencia de fuentes, aunque todas en
el Campo Exterior: de la Teja, arroyo de las Bombas, fuente del Rayo, etc.
Gracias a su
situación estratégica el puerto de Ceuta tiene un importante papel en el paso
del Estrecho, así como en las comunicaciones entre el mar Mediterráneo y el
océano Atlántico. Debido a la accidentada orografía y la escasez de agua,
energía y materias primas, tanto el sector primario, con excepción de la pesca,
como el secundario, tienen un escaso peso en la economía. Asimismo, el sector
de la construcción está muy restringido debido a la carestía de suelo. No
obstante, Ceuta tiene el estatus de puerto franco y una serie de ventajas
fiscales que favorecen el comercio. La ciudad de Ceuta se constituyó como
ciudad autónoma en 1995, a pesar de que la Constitución española de 1978
reconoce su derecho a constituirse en Comunidad Autónoma en su Disposición
Transitoria Quinta. No obstante, a nivel de educación superior, aún depende de
la Universidad de Granada, judicialmente está adscrita a la demarcación del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, con sede en
Granada y eclesiásticamente se encuadra dentro de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
El escudo de
Ceuta es igual al de Portugal con dos diferencias principales: En el de la
metrópoli hay tres castillos en jefe en la bordura y solo dos hacia la punta.
Esta diferencia va en consonancia con lo que en heráldica se llamaría plaza
dominante o dominada, es decir, la capital del Reino - el escudo lo utilizaba
Lisboa- o una población más del Reino, como sería Ceuta. La otra diferencia es
la corona, que tradicionalmente en Portugal fue la Real y luego la Mural
republicana y ahora no suele coronarse, mientras que en Ceuta se utiliza la
marquesal, dado que los títulos de marqués se concedían a los gobernadores de
las marcas, las fronteras de las naciones. Ceuta fue conquistada por D. Juan I
de Portugal el 21 de agosto de 1415 y representó la joya de la corona, la
primera plaza del imperio ultramarino. Para reforzar esa característica, se
dejó utilizar esos dos símbolos del Reino en los que algunos han querido ver
una capitalidad del imperio ultramarino luso. A pesar de ello, hay
historiadores que dicen que a Ceuta se le concedió otro escudo diferente, que
era un castillo de tres torres sobre olas, que aparece en el ceitil, la moneda
que se acuñó durante el período portugués y que llevó Colón en su primer viaje
a América. Hay diferentes lecturas del escudo de Portugal. Camoens en Os
Lusíadas da una de ellas en la que el número que suman los 5 escusones y los 25
bezantes representan las 30 monedas con las que mataron a Cristo y los
castillos los siete principales que componen la estructura del reino. Otros ven
en ese siete las siete colinas sobre las que se funda Lisboa, como Ceuta (que
viene de Septem Fratres, siete hermanos, las siete colinas de la Ciudad).
Ceuta es una
bella ciudad española situada en el Estrecho de Gibraltar, una de las
encrucijadas mejor definidas de la Tierra, entre dos mares, el Océano Atlántico
y el Mar Mediterráneo y de paso entre dos continentes, Europa y África. Su
privilegiada situación, la hospitalidad de sus gentes, sus playas, la belleza
de sus paisajes y la singularidad de sus monumentos hacen de Ceuta una
atractiva ciudad para disfrutar unos días de mar y de tranquilidad. Además
Ceuta ofrece a sus visitantes un clima privilegiado, el nivel de contaminación
más bajo de España, el único foso navegable de agua salada del mundo,
construcciones militares de todas las épocas, el segundo puerto de España por
tráfico de pasajeros, uno de los puertos deportivos más transitados del
Mediterráneo, un Casino y, por sus especiales condiciones de fiscalidad, la
posibilidad de realizar compras de calidad a precios inmejorables. Ceuta es la
puerta de Europa en África. Ceuta es una ciudad para visitar e ir de compras.
Ceuta es tranquilidad y sinceridad. Ceuta es exotismo y cultura. Ceuta es
gastronomía y vida nocturna. Ceuta es vacaciones para toda la familia. Ceuta es
turística. Ceuta es mar.
Puerta de
Europa o de África según desde dónde mires, Ceuta es una ciudad multicultural
que cuenta con una gastronomía cosmopolita y aromática cuyo ingrediente
principal es el magnífico pescado del estrecho. También te sorprenderán los
intensos guisos y carnes de influencia moruna tan típicos del lugar. Ceuta no
te dejará indiferente. Indudablemente, la gastronomía ceutí gira en torno a los
animales marinos, aunque existen muchos y más variados platos. Las especies
marinas más habituales de la pesca ceutí son los túnidos (atún, bonito, melva y
caballa). Característicos de estas aguas
son los Boquerones de Mingote y los Vitorinos, gruesos como las sardinas.
Asimismo, son capturados marrajos, peces espada, meros, abadejos, rascacios,
rubios, sargos, bodiones, doradas, perezosas y besugos. También abundan los
pulpos, sepias, calamares y toda la diversidad de mariscos. Con estas delicias
se elaboran recetas como la Sopa de Fideos gordos con Pescado, el Estofado de
Melva, plato típico marinero, Pastel de Bonito, Cazuela de Pescados y el típico
Pescaíto Frito. Uno de los platos más reconocidos de la gastronomía ceutí es la
receta de Frutos del Mar al Curry. Fuera del agua, podemos recrearnos con el
delicioso Pollo Moruno, un auténtico plato de categoría. La repostería también
tiene un significado especial; en ella se emplean habitualmente las masas de
harina azucarada bañadas en miel, y las cremas. Destacan los postres conocidos
como Trenzas de Agustina y Flan de Almendras Revellín.
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